En Cal Manelet Restaurant sabemos que hay muchas maneras de cocinar los calçots pero la mejor indiscutiblemente aparte de ser la tradicional es hacerlos a la brasa. Pero no a la brasa tal y como nos imaginamos sino al fuego de branquillones de cepa, que es la forma original de hacerlos además de como lo hacemos en nuestro restaurante Cal Manelet.
Calçots en casa a la brasa
Si disponemos del espacio y el material de barbacoa, una de las maneras más fáciles de cocinar tus calçots en casa será a la brasa. Primero tendrás que prepararlos (cortando las hojas y las raíces del calçot), después colocarlos muy juntos y apretujados en la parrilla para asegurar una buena cocción y, finalmente, cuando estén en su punto (la capa exterior negra y el interior tierno) envolverlos en papel y dejarlos reposar.
Calçots al horno
Para quienes no tienen opción de cocinarlos a la brasa, hay otras maneras de hacerlo consiguiendo resultados igual de buenos. Una de ellas hacer los calçots al horno.
Igual que a la brasa, los calçots al horno exigen una preparación previa: se tienen que limpiar, cortar parte de las hojas y extraer la raíz. Se disponen uno junto al otro sobre una rejilla y, en este caso, colocaremos una bandeja debajo para evitar manchar el horno con el agua que soltarán durante su cocción. ¿Qué tiempo de cocción necesitan los calçots al horno? Unos 15 minutos con el horno a 200°C, con calor bajo y aire arriba y abajo, serán suficientes para tener nuestros calçots a punto para envolverlos.
Calçots a la plancha eléctrica
El primer paso para cocinar los calçots a la plancha es, de nuevo, preparándolos bien. Se lavan para eliminar la tierra, se secan con un trapo y se les corta el culo con las raíces y las hojas marchitas.
Después de haber encendido y dejado calentar la plancha, echamos un chorrito de aceite y empezamos a colocar los calçots. En esta ocasión, iremos poniéndolos de poco en poco (en grupos de 3 o 4) en función del tamaño de nuestra plancha. Dejaremos los calçots en la plancha durante unos 10-15 minutos, sin importar que se pongan negros.
Cuando haya pasado este tiempo, ponemos un pellizco de sal, los envolvemos con papel y los dejamos reposar, para que se acaben de cocer. ¡Y listo! A disfrutar de unos sabrosos calçots a la plancha.
Calçots rebozados
¿Cuál es la mayor ventaja que ofrecen los calçots rebozados? Pues que podemos utilizar los calçots que nos sobraron de nuestra calçotada en casa o prepararlos con cualquiera de las opciones anteriores y después dejarlos enfriar sin problemas.
¿Cómo hacer calçots rebozados? Una vez hechos los calçots, los limpiamos como si los quisiéramos comer, los cortamos a la medida que nos convenga (entre 5 y 10cm) y los rebozamos con huevo y pan rallado, panko o harina de garbanzo, según la textura que queramos conseguir con nuestra original receta de calçots rebozados.
Se fríen con aceite de oliva muy caliente, se secan en un papel absorbente para eliminar el exceso y se sirven calientes acompañados de una buena salsa romesco.
