Los calçots son una variedad de cebolleta típica de Cataluña y su cultivo es similar al de la cebolla común. A continuación desde Cal Manelet presentamos los pasos generales para cultivar calçots:
- Preparación del terreno: los calçots prefieren un suelo bien drenado y rico en nutrientes. Se recomienda cultivarlos en un suelo con un pH entre 6 y 7. Si el suelo es ácido, se puede añadir cal para ajustar el pH. También es importante remover las piedras y malas hierbas del terreno antes de sembrar.
- Siembra: la siembra se realiza en otoño, en septiembre u octubre. Se pueden sembrar los bulbos de calçots directamente en el suelo a una profundidad de 2-3 cm y con una distancia de unos 10 cm entre ellos. También se pueden plantar en macetas.
- Cuidados: los calçots necesitan riego regular, especialmente durante el primer mes después de la siembra. También es importante controlar las malas hierbas y removerlas si aparecen. Se recomienda pagar los calçots cada tres semanas con abono orgánico para asegurar un buen crecimiento.
- Blanqueo: uno de los aspectos más característicos del cultivo de calçots es el proceso de blanqueo, que se lleva a cabo unas semanas antes de la cosecha. Se trata de cubrir las hojas de las plantas con tierra para que crezcan blancas y tiernas. Se recomienda que las plantas lleguen a una altura de unos 20-25 cm.
- Cosecha: los calçots se cosechan a principios de primavera, en febrero o marzo. Se arrancan del suelo y se dejan secar al sol durante unas horas antes del consumo.